martes, 27 de mayo de 2008

Un hito del cine moderno: "La Naranja Mecanica"



Critica Personal (no tienen por que coincidir)
Creo que "La Naranja Mecanica" es uno de los mejores filmes del cine moderno, por supuesto del maestro Kubrick. Habla de una sociedad futurista enferma, donde la violencia es moneda corriente y en la que no se puede sobrevivir sin tener esa cuota "extra" de ultraviolencia. Esto se ve claramente cuando Alex es privado de ella, y la sociedad se encarga de castigarlo por su accionar en el pasado.
Ttambien habla acerca de si esta carga de violencia y delinceuncia es "curable". Claramente observamos que no. Ni la carcel, ni el tratamiento Ludovico, y ni mucho menos empezar una vida nueva, como lo hacen los otros "drugos" de Alex que entran a la policia. La banda sonora no podria ser mejor, con la 9 sinfonia como protagonista. Alex DeLarge cantando "Singing in the rain" no tiene desperdicio.
Una Obra MAESTRA.
Aca va el dossier



Dossier

Ambientada en la Inglaterra del futuro, 1995, vista desde 1965, la película sigue la vida de un joven de dieciocho años llamado Alex DeLarge (McDowell) cuyos placeres son Beethoven, la violación y la ultraviolencia. Él es líder de una pequeña pandilla de gamberros, a los cuales se refiere como "drugos". Alex narra la mayoría del filme en "Nadsat", el argot contemporáneo que comprime el Eslávico (especialmente el ruso) con el inglés y el Cockney (por ejemplo rozzer -policía-, drugo -amigo-, chavalco -muchacho- o lactaca -leche-). Alex es irreverente y abusa de los demás; miente a sus padres para no ir a la escuela; en su cama tiene un cubrecama cubierto con senos de goma, un caro equipo de alta fidelidad, una boa llamada "Basil" y la mesita de noche repleta de botines de sus robos.

Alex lleva a sus "drugos" a invadir una casa, golpean al escritor que vive en ella y violan a su esposa ante la mirada impotente de éste mientras Alex canta Singin' in the Rain. Después, lidia con un intento de golpe de uno de sus "drugos" subordinados.

Después de faltar a clases, seduce a dos adolescentes en una tienda de discos; a pesar de no reconocer los nombres de sus estrellas favoritas, éste las lleva a su casa y tiene relaciones con ambas.

Posteriormente, Alex es capturado durante un robo, traicionado por sus "drugos" (uno al que Alex le había cortado la muñeca en respuesta a un reto a su autoridad como líder de la pandilla). Alex es golpeado en la cara con una botella llena de leche y queda ciego en la escena del crimen. Después de ser arrestado, descubre que la víctima del robo ha muerto: Alex es un asesino. Es sentenciado a 14 años de prisión.

Después de haber cumplido dos años, se le ofrece la libertad condicional, si se somete al tratamiento Ludovico, un terapia experimental de aversión, desarrollada por el gobierno como un estrategia para detener el crimen en la sociedad. El tratamiento consiste en ser expuesto a formas extremas de violencia a través de una pantalla, como un cine muy violento. Alex es incapaz de apartar la mirada de la pantalla, ya que sus ojos están sujetos por un par de ganchos. También es drogado antes de ver las películas, para que asocie las acciones violentas con el dolor que estas le provocan.

Así que, el tratamiento Ludovico, lo deja incapaz de ser violento (ni siquiera en defensa propia) y también incapaz de tocar a una mujer desnuda, pero, en un imprevisto efecto secundario, el tratamiento también lo hace incapaz de oír su pieza favorita de Beethoven, la Novena Sinfonía (fondo musical de una de las películas).

Sin la capacidad de defenderse, y de haber sido desahuciado por sus padres (éstos tienen alquilada su habitación a un huespéd, desechado su estéreo y tesoros y, aparentemente, mataron a Basil), Alex desanimadamente deambula por Londres. Pronto encuentra a viejas víctimas y dos de sus antiguos "drugos" (ahora policías) quienes lo golpean y casi ahogan.

Alex vaga por los bosques hasta llegar a la casa del escritor cuya esposa habían violado antes en la película. El escritor lo deja entrar antes de descubrir su identidad; luego, droga a Alex e intenta hacer que se suicide tocando una versión elétronica de la Novena Sinfonía de Beethoven (Segundo Movimiento). Alex trata de 'evaporarse' (como el dice suicidarse) saltando por una ventana, pero sobrevive.

Después de una larga recuperación en el hospital, Alex parece ser el de antes. En el hospital, el Ministro de Interiores (quien antes había seleccionado a Alex personalmente para el tratamiento Ludovico) visita a Alex, disculpandose por los efectos del tratamiento, diciendo que sólo seguía las recomendaciones de su equipo. El gobierno le ofrece a Alex un trabajo muy bien remunerado si acepta apoyar la elección del partido político (conservador), cuya imagen pública se vio seriamente dañada por el intento de suicidio de Alex y el controvertido tratamiento al que fue sometido. Anticipando su regreso al estrago, Alex narra el final de la película: "Definitivamente, estaba curado" mientras se ve una fantasía surreal de él mismo copulando con una mujer en la nieve, rodeado por damas y caballeros victorianos aplaudiéndole, mientras se puede escuchar el último movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven de fondo

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